Te veo en diagonal. Tu perfil agudo, tu pelo corto. Pero sobre todo tus manos sobre la carpeta.
Parece que te resistes con rabia a tus facciones imponiéndote ademanes extranjeros.
Me imagino tu lucha, tus dìas estudiando caracterìsticas ajenas, y finalmente reconstruyèndote como eres ahora.
Sólo queria decirte que me gusta la sutileza de tu masculinidad.
Y que justo en este contexto de teologías heterodoxas se reafirma mi opinión que Dios tiene rostro DIVERSO y segurito trans.