El otro día en mi clase vimos una peli se llamaba XXY. Era la historia de una joven de 15 años que era hermafrodita, socializada como mujer y no operada, y justo en ese momento en su vida, tanto los padres, como los amigos más íntimos, el pueblo en conjunto presionaban para que se decida por uno u otro sexo. Ella pasaba también por un espaco de decisión sexual, y se ve cómo ella siente atracción tanto por hombres como por mujeres. Finalmente, la joven decide "no elegir".
Mi primera impresión fue pensar que ella era afortunada en tener los dos sexos y sentir al doble, y además ser bisexual. Una aventajada dijo una amiga. Qué chevere sería tener en el DNI no sólo el F y el M sino el H y lo que venga, y finalmente qué importa, con tal de tener los mismos derechos y las mismas oportunidades y posibilidades de calidad de vida.
No tiene nada de malo ser diferente, más bien que excelente ser diferentes!!!!. Lo malo es cuando lo diferente es sinónimo de desigualdad, y motivo de discriminación. La presión de una sociedad que hipócritamente quiere ser homogénea y encajarnos a todos en los mismos casilleritos y con las mismas etiquetas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario