Por su presencia aunque no este en la lista de invitados.
Por aguantar a los extraños sólo por estar contigo.
Por reirse con él sin saber bien de qué.
Por mandar regalitos a la segunda bella sólo para quedarse pegado mirando los rosales.
Porque nunca se acuerdan de su nombre pero igual preguntan y por qué no ha venido, se han peleado.
Por seguir alli a pesar que se queda dormido.
Por la paciencia infinita.
Por no gritar de alegría cuando termina la reunión yapera.
Nunca he sido yapa. He sido extraña entre extraños. Sonrisas por compromiso. Un gracias a regañadientes. Me he resistido a entrar mil veces al mundo de las yapas. Y a pesar de ello he entrado algunas veces, a curiosear. Las yapas en su mundo. Finalmente, se juntan a conversar en un rincón, a contarse su vida con el "paya", a hacer amistades nuevas, de lejos miran al paya conversando alegre con su mancha, bailando derrepente, ni una mirada de reojo reciben.
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¿Será un compartir de mundos o un complejo a wachimán?
3 comentarios:
muy interesante esta nueva clasificaciòn .. la llamariamos el sindrome de la yapa jajajaja a ver si nos vemos el 01 en plan de no yapas. saludos mi querido Hiperiòn
Estoy como anonima porque ni recuerdo mi correo ( mucho trabajo y poco internet)
Ya pesh nos vemos...a ver si conversamos sobre la yapa y la paya, que no es nada malo, sino algo que admirar, que respetar, que agradecer, una manera de querer, de decir estoy pendiente y estoy contigo, bueno, salvo otro parecer. Como dice nose quien "mejor contigo que sin ti".
Hiperión
La yapa no es lo que sobra es algo más.
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