martes, 19 de febrero de 2008

La mujer de Krishnna y Vallejo

Ayer la casualidad nos marcó con un día de género jeje.

Trepé a la combi y me encontré con un wariano, archicontrario a todo (lean su último Urbania protestando por una de las maravillas del mundo: Machupicchu y por supuesto su inédita tesis -apura pes-).

Y como la casualidad hay que celebrarla y no dejarla pasar. Las horas nos guiaron del Campo Marte, a los krishna y luego a Vallejo.

Y por todos lados nos persiguieron los buenos ejemplos de género que cabe analizar hoy.

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Esperando en el primer piso mientras que en el segundo se celebraba el cumpleaños de una amiga. Mientras bajo una gaseosita todos cuchichean arriba sobre el que esta en el primer piso.
Y empiezan las bromas: quién es, a dónde van, aja, wina, mucha risa. ¡Se pasan!.

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Llegamos a una casa frente al Parque La Exposición, en plena avenida. Se escuchan las canciones. Entramos. Una mujer vestida de hindú nos invita a pasar más adentro. Nos ubicamos en zona VIP je. Observando a la mancha de hombres vestidos con túnicas que cantaban y bailaban, saltaban, casi pogueaban, se pasaban el micrófono. El ex krishna warense me va explicando el significado de todo. Las mujeres estan en un rincón, no al medio, bailando. La flor sagrada pasa primero sólo para los hombres. Luego una mujer más democrática nos hace oler la flor roja. El fuego sagrado nunca pasó por mi lado. Krishnna es tan bello que parece mujer-dice- La mujer sólo es valorada cuando da a luz a otros krishnna. Los homosexuales no pueden participar.

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Luego asaltados por más casualidades, el wariano se encuentra con un ticsero que le avisa de un conversatorio con el sobrino nieto de Vallejo. Vamos porque no hay que dejar pasar las casualidades.

Llegamos a la Casa de Mariategui. Y luego de contar mi experiencia con los RQ, nos sentamos en última fila a escuchar al sobrino nieto que se parece un montón al poeta, con los mismos gestos. Después de dos discursos larguísimos sobre la poesís, el proletariado, y etc. etc. Habla el sobrino nieto, bajito , como que se le va la vida a cada palabra. Habla de Georgette, la mujer fiel, la heroína, la que rescató los escritos de Vallejo del olvido seguro, la que le dio fuerza, significado, esperanzas.


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Pasamos de un fanatismo a otro y a otro.

El fanatismo de creer que no puede existir amistad entre hombre y mujer.
El fanatismo de una religión que margina a la mujer a un rincón.
El fanatismo de una ideología en que la mujer ayuda al hombre.

El fanatismo que se inmiscuye si lo escuchas mucho en toda tu vida. Aquel que te obliga a sospechar del amigo. Aquel que te obliga a mirar a la mujer desde el otro lado de la sala. Aquel que te obliga ser valorada no por mujer sino porque eres la mujer que apoyó al maestro.

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PROTESTO.
ME QUEJO.
TIRO UNA PIEDRA.
ROMPO LOS VIDRIOS.

Por estos patrones que nos definen, nos obligan, nos encajan, en lo que ELLOS creen que es lo correcto, la verdad, lo normal.

7 comentarios:

Kinua dijo...

Aquí están arco y flecha, apuntándome a mi . Acertar al infinito, los brazos tensos.. relajados. Relajados, romper las cajas y prisiones.

Allí están arco y flecha. no dispararemos. ello disparará

HIPERION dijo...

¿arco y flecha? ¿disparando?

¿Hablarás de la religión, de las ideologías, de los cuchicheos, del género?.

¿de qué estarás hablando?

Lo cierto es que la naturaleza del arco y la flecha es estar juntos para accionar aquello que les da sentido a su existencia: un flechazo.

Lo cierto es que el arco es sostén de la flecha que se lanza al espacio, hacia algo o hacia ningún lado.

¿Será Krishnna el arco y Vallejo la flecha?. Interesante. Pero creo que tanto uno como otro, son lo mismo arco y flecha a la vez. Disparo certero en conciencias dormidas, en ovejas que siguen al líder, en contra de la crítica, en contra de otra verdad y mucho menos la verdad contraria.

La mujer de Krishnna y Vallejo sería la mano, el brazo, el apoyo que sin ser ni flecha ni arco, definen el destino y el ser tanto del arco como de la flecha, pero no aparecen en el concepto de arco y flecha, las repliegan al rincòn de los barristas, de los que no juegan.

Sergio Verástegui dijo...

Yo no sé mucho de arcos y flechas, que por la muerte nacieron y sólo la muerte buscan... Yo prefiero la imagen del jardín, el jardín de los senderos que se bifurcan, donde está todo lo que valoramos y todo lo que queremos derruir. Muy cerca de nosotros, cacheteándonos casi, como nos muestras en tus escritos...

Cuánto hay por cambiar, ¿cierto? Desde Vallejo hasta a "los" krishnna, desde la soda de naranja hasta el colorete, y así podemos seguir hasta el infinito...

Hay, hermanos y hermanas, muchísimo que hacer...

HIPERION dijo...

Que bonito eso del jardín y los caminos que se bifurcan, porque finalmente los caminos que se bifurcan ESTAN en el jardín, en aquello que valoramos u odiamos, en aquello en que vivimos, en lo que nos da sentido a todo. Y es interesante estar parado en la esquina de una encrucijada. Pensar el siguiente paso como cuando caminamos sobre piedras tambalenates. Es interesante, da miedo...pero sobretodo dan ganas de SEGUIR porque sólo lo que vale, lo importante puede llegar a tener caminos que se bufurcan encrucijadas, decisiones que cambian rumbos. Sólo lo que es fuerte muy fuerte muy fuerte puede llegar a estremecer nuestra vida en un minuto. Vale entonces!

Kinua dijo...

Hay una canción sobre rebaños (y ovejas perdidas?)que es buenota:

En mi pueblo sin pretensión
Tengo mala reputación,
Haga lo que haga es igual
Todo lo consideran mal,
Yo no pienso pues hacer ningún daño
Queriendo vivir fuera del rebaño;
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Todos todos me miran mal
Salvo los ciegos es natural.

Cuando la fiesta nacional
Yo me quedo en la cama igual,
Que la música militar
Nunca me pudo levantar.
En el mundo pues no hay mayor pecado
Que el de no seguir al abanderado
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Todos me muestran con el dedo
Salvo los mancos, quiero y no puedo.

Si en la calle corre un ladrón
Y a la zaga va un ricachón
Zancadilla doy al señor
Y he aplastado el perseguidor
Eso sí que sí que será una lata
Siempre tengo yo que meter la pata
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Tras de mí todos a correr
Salvo los cojos, es de creer.

Ya sé con mucha precisión
Como acabará la función
No les falta más que el garrote
Pa' matarme como un coyote
A pesar de que no arme ningún lío
Con que no va a Roma el camino mío
Que a le gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Que a le gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Tras de mí todos a ladrar
Salvo los mudos es de pensar.

Georges Brassens/LA MALA REPUTACIÓN

Kinua dijo...

Cuando los demás creen que es lo correcto y yo no.
Les dejo LA MALA REPUTACIÓN, de brassens:

http://www.goear.com/listen.php?v=1bd3f60

HIPERION dijo...

¿hasta dónde podemos llegar con nuestra propia fe en un mundo que nos critica y que criticamos?
La mala reputación de los diferentes. Cuánto se puede aguantar?
Cómo criticar el consumismo, capitalismo y demás ismos y luego ir a Wong o Saga a comprar?.
Pero y si salimos de todo ésto cómo podemos contribuir a un cambio?, sólo estando dentro podemos conocerlo y saber cómo actuar.